domingo, 19 de abril de 2009

Brother Claus Chapel


Situada en un prado de un pueblo llamado Mechernich, en Alemania, se sitúa la Brother Claus Chapel proyectada por Peter Zumthor y finalizada de construir hace dos años. Esta le fue encargada por una pareja de granjeros.
Zumthor hizo construir su interior con 112 troncos de árbol en forma de cabaña, y estos por el exterior se revistieron con hormigón. Finalmente para dejar solo la estructura de hormigón hizo incendiar los troncos del interior durante varios días. El suelo de esta capilla es de plomo y en este hay una estatuilla de bronce, obra de Hans Josephsohn.
Esta capilla está proyectada con materiales de fácil acceso, o bien porque se usan mucho en la construcción como el hormigón, o porque te los proporciona directamente la naturaleza como los troncos de árbol. Además, esta obra no está hecha por parte de albañiles cualificados, sino por los mismos granjeros que le encargaron el proyecto y sus amigos.

Para mi, es algo admirable que con unos materiales tan simples y siendo construida por gente que no pertenece a la construcción, pueda generar tantas sensaciones en la misma edificación según avanzas o te alejas de ella, tal y como se comentó en la clase del viernes 17 en el grupo A. Porque en ese lugar a lo lejos emerge esta construcción como un menhir, al llegar a la entrada se ve como un lugar de introversión, y al entrar aparece en el techo un hueco que invita a la meditación. Creo que esta es una de las construcciones que resume la esencia de la arquitectura de Zumthor, y que este se ha ganado merecidamente el Pritzker con su arquitectura sencilla y capaz de transmitir tanto con tan poco.


Y vosotros, ¿Qué sensaciones os transmite la construcción?, ¿os parece que pierde valor por no ser construido por obreros o qué le da más?, ¿os parece una locura o una genialidad la forma de construirse el edificio?, ¿creéis que Zumthor se merecía el Pritzker?

2 comentarios:

Zarco dijo...

Viendo sólo el exterior de sus edificios, parece un arquitecto como los demás, por lo menos a mi no me gusta, pero los interiores son impresionantes. Por las sensaciones que provoca en el interior de todos sus proyectos y por lo facil que lo hace para conseguirlo, yo creo que sí se mereció el premio, aunque no sea el único ke lo merezca.
El hecho de que cualquiera pueda construirlo, hace más fuerte la idea de lo simple del proyecto y no se si a alguien le parece una locura lo de quemar los troncos, pero a mi me parece que la textura que consigue de esa manera hace más espectacular el interior.

Enrique M. Blanco dijo...

Como habéis sido varios los interesados en Zumthor, os adjunto dos links enfrentados que quizás nos puedan ayudar a reflexionar sobre el arquitecto, los premios y más cosas:

> Fredy Massad y Alicia Guerrero_ABC> Javier Boned_SOITUPor otra parte, releyendo sus palabras en "Pensar la Arquitectura"(GG, 2004) estoy por considerar que ya ha dado respuesta a su presencia desde hace años en el libro de José Ramón, o a la utilización de imágenes de sus obras en diversas clases de la asignatura...

Cuando me pongo a proyectar me encuentro siempre, una y otra vez, sumido en viejos y casi olvidados recuerdos, e intento preguntarme: qué exactitud tenía, en realidad, la creación de aquella situación arquitectónica; qué significó entonces para mí, y en qué podría servirme de ayuda tornar a evocar aquella rica atmósfera que parece estar saturada de la presencia más obvia de las cosas, donde todo tiene su lugar y su forma justa. En este proceso no deberíamos destacar, en absoluto, ninguna forma especial, pero sí dejar sentir ese asomo de plenitud, y también de riqueza, que le hace a uno pensar: eso ya lo he visto alguna vez, y, al mismo tiempo, sé muy bien que todo es nuevo y distinto, y que ninguna cita directa de una arquitectura antigua revela el secreto de ese estado de ánimo preñado de recuerdos.> HIP HOP en las termas de Vals y en romanche